El paso del portaaviones del gigante asiático por el estrecho de Taiwán eleva la tensión entre Pekín y Taipéi,
Pese a que China asegura que todas sus maniobras militares respetan la legalidad internacional.Taiwán ha desplegado de urgencia este miércoles varios de sus cazas y buques de su Armada para interceptar y controlar el rumbo de un escuadrón de navíos de guerra chinos encabezado por el portaaviones Liaoning, a su paso por el estrecho de Taiwán, informa Reuters.
A pesar de que el ministro taiwanés de Defensa, Chen Chung-chi, reconoció que el Liaoning no traspasó las aguas territoriales de Taiwán, sí que se introdujo en su zona de identificación de defensa aérea (ADIZ por sus siglas en inglés) desde el suroeste por el citado estrecho, lo que aviva aún más la tensión entre Pekín y Taipéi.
Este incidente también despertó las alarmas en algunos sectores de la política y la sociedad taiwanesa, por lo que la ministra del Consejo de Asuntos Continentales de Taiwán, Katharine Chang, se pronunció ante los medios para sosegar la situación. "Me gustaría enfatizar que nuestro Gobierno tiene la capacidad suficiente para proteger nuestro país", aclaró Chang. La miembro del gobierno recordó que este tipo de amenazas exteriores "no beneficia las relaciones vecinales a través del estrecho".
Por su parte, Pekín señaló que, junto a los buques que lo escoltaban, el portaaviones Liaoning se encontraba realizando pruebas de armamento y equipamiento en el mar de la China Meridional de acuerdo con la legislación internacional. El Liaoning es la versión remodelada y finalizada del inacabado crucero soviético Variag clase Admiral Kuznetsov. El navío fue botado en un astillero de Ucrania en 1988 y solo desde 2012 forma parte de las fuerzas navales de China. Tiene 300 metros de eslora y 73 metros de manga.
Armada China en el Mar Amarillo
A finales de diciembre el portaaviones Liaoning participó en un simulacro con otros buques de guerra en el mar Amarillo. Durante las maniobras de la escuadra, los cazas Shenyang J-15 despegaron desde la cubierta del navío para simular un combate aéreo y probaron el reabastecimiento en el aire.
Más tarde el portaaviones chino navegó entre las dos islas japonesas de Miyako y Okinawa, donde EE.UU. tiene instaladas sus bases militares en la zona, lo que hizo reaccionar a Tokio, que mandó a su encuentro a varios cazas.
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