El Ejército ruso se moderniza y muestra músculo
Han sido necesarios varios años y dos ministros de Defensa para transformar un ejército grande y con carencias en una fuerza operativa moderna. Los observadores explican el alcance de esta modernización, que ha tenido su muestra más evidente en la reciente campaña siria. La campaña rusa en Siria es una muestra del alcance de las transformaciones del Ejército ruso tras la reforma comenzada en 2008. Las capacidades de Rusia utilizadas en el país árabe han sorprendido a Occidente, según un informe de Chatham House.
"Hay dos ejércitos diferentes luchando entre 2008 y 2014", declara Michael Kofman, del Wilson Center y especialista en el análisis militar de Rusia. Según este experto, la reforma ha permitido a Moscú sacudirse de encima las tradición soviética de movilización de masas y crear un ejército permanente y consolidado.
Estos éxitos hacen que surja una nueva pregunta. ¿estará Moscú dispuesto a recurrir a la fuerza militar para conseguir sus objetivos políticos? La reforma militar, que todavía continúa, comenzó en 2008, tras la pobre actuación de las tropas rusas en combate contra Georgia en un conflicto que duró diez días. Las fuerzas rusas se impusieron pero sufrieron algunas bajas inesperadas.
"Este conflicto menor expuso muchas de las carencias de las Fuerzas Armadas rusas: la falta de preparación para repeler la agresión de un pequeño estado y el aletargamiento de la máquina militar rusa", explica el coronel reitrado, Víktor Litovkin. Según los analistas consultados, las medidas tomadas para mejorar las capacidades incluyen la preparación de la tropa, la coordinación y la movilidad. Se han realizado ejercicios intensos, controles sorpresa y movimientos coordinados entre diferentes ejércitos. "El nuevo Ejército ruso se ha convertido en una fuerza capaz de lanzar y mantener operaciones de combate con poco tiempo de aviso", explica Michael Kofman.
Viktor Litovkin explica que un comandante de los recién creados cuatro distritos militares cuenta con la autoridad para controlar todas las ramas del ejército situadas en su territorio, lo que incluye a las tropas de tierra, la aviación, la defensa aérea y la marina. Esta nueva manera de organización mejora la coordinación entre las diferentes secciones, algo que no funcionó adecuadamente durante el conflicto con Georgia.
Además se han sustituido las divisiones pesadas por brigadas de la mitad del tamaño, con el objetivo de mejorar la movilidad. Estas nuevas brigadas han permitido adaptarse mejor al terreno montañoso del Cáucaso y han mejorado la maniobrabilidad, declara Litovkin.
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