EE.UU. se vuelve cada vez más histérico en su intento por frenar el avance tecnológico de China en el campo militar, algo relacionado con el espionaje industrial.
Esa histeria incluye acusaciones de espionaje vertidas contra los oficiales del Ejército de Liberación Popular (ELP) de China y la adopción de medidas de represalia contra algunas firmas del gigante asiático.
No obstante, dado los amplios contactos comerciales entre China y Estados Unidos, detener el flujo y la transferencia de tecnología entre las dos potencias es prácticamente imposible, advierte el politólogo y experto militar Robert Farley en un artículo publicado en la revista estadounidense The National Interest.
China ha complementado las transferencias legítimas y la innovación doméstica con el espionaje industrial. En resumen, la República Popular "China tiene un hábito muy bien establecido de robar la tecnología de armas de Rusia y Estados Unidos", apostilla el referido experto. A medida que pasan los años, los chinos se han vuelto cada vez más hábiles y flexibles en hacer copias y aproximaciones. Aquí hay cinco sistemas que los chinos han robado o copiado en parte o en su totalidad.
J-7
A principios de los años 60, los soviéticos transfirieron los planos y materiales relacionados con su nuevo interceptor MiG-21 a China mientras atravesaban momentos de alta tensión, pero en un esfuerzo para mantener la cooperación entre los dos gigantes comunistas. A partir de ello, "los chinos produjeron el J-7, una copia virtual del MiG-21". De hecho, una década después y con la mejora de las relaciones con Washington, Pekín vendió a Estados Unidos algunas unidades que las utilizaban para simular ataques contra los soviéticos entrenando así a sus pilotos.
J-11
En los años noventa, se produjeron enormes acuerdos de armas entre Moscú y Pekín, como fue el caso de la concesión de licencias y la transferencia de la tecnología del caza polivalente Su-27 "Flanker". Sin embargo, según los rusos, "los chinos comenzaron a violar casi de inmediato los términos y las condiciones acordados produciendo sus propios Flankers", es decir los J-11, un caza de superioridad aérea poniendo en apuros a los propios rusos. Desde allí, los rusos se vieron obligados a ser mucho más cautelosos a la hora de transferir "sus joyas de la corona a los militares chinos".
J-31
Incluso antes de que las filtraciones del excontratista estadounidense Edward Snowden revelaran el extenso espionaje industrial chino, analistas de EE.UU. ya sospechaban que China estaba robando información asociada con su avión de combate F-35. "La sospecha se convirtió en una realidad evidente cuando la información sobre el J-31 Stealth Fighter estuvo disponible".
UAV
Desde 2010, China ha comenzado a cortar distancias con EE.UU. en la tecnología de vehículos aéreos no tripulados (UAV) y ahora están produciendo drones capaces de competir con los modelos estadounidenses en el mercado internacional de armas, pero, ¿cómo les alcanzaron los chinos tan rápido?
Según la inteligencia estadounidense, los hackers chinos se apropiaron de la tecnología de varias fuentes, incluyendo el Gobierno estadounidense y compañías privadas asociadas con la producción de drones. Los aparatos de fabricación china se parecen mucho a los aviones estadounidenses visualmente y en rendimiento, reconoce el experto estadounidense.
Tecnología de visión nocturna
Al concluir, Farley hace alusión a la tecnología de visión nocturna, en la que los estadounidenses desde los años ochenta siguen siendo líderes. China está tratando de poner fin a esta ventaja mediante el ciberrobo, además de otras operaciones más antiguas con las que los empresarios chinos ya "adquirieron ilegalmente la tecnología de las exportaciones estadounidenses".
yo mas bien creo q china esta comprando la tecnologia tanto de rusia como de estados unidos para despues de un tiempo copiarlos
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